El triángulo de oro o triángulo dorado le llaman al cuarzo blanco o cristal, cuarzo rosa y amatista
Se le llama Triángulo de oro a la combinación de tres piedras preciosas nombradas arriba que, colocadas en cualquier estancia, generan un flujo de energía óptimo.
¿Por qué tres piedras y por qué un triángulo? Tanto el número 3 como el triángulo siempre han tenido un significado especial para la humanidad. Por ejemplo, en la doctrina cristiana de la Trinidad; o en el budismo en la unidad del cuerpo, el habla y la mente. El triángulo es un símbolo poderoso que se puede ver en las pirámides. En la masonería mística, el triángulo es el principio básico y el objetivo final de todo lo que se construye.
El Cuarzo cristal o blanco favorece la conexión con nuestra propia luz y alegría y suele ser usado para meditar, aunque no se recomienda usarlo antes de dormir ya que es activador. En forma de drusa ayuda a dinamizar y limpiar la energía del espacio y también de los objetos que se le coloquen encima.
El cuarzo rosa se considera la piedra del corazón. Abre y fortalece el 4º chakra, conectando con el amor a uno mismo y el amor universal. Conecta con la paz interior y fomenta la realización personal. Es una piedra de sanación muy útil que permite liberar las emociones reprimidas en el corazón
La amatista nos aporta serenidad emocional, sentido común, potencia la motivación y la memoria. A nivel corporal y curativo, esta piedra resulta perfecta a la hora de aliviar ciertos dolores, originados tanto por tensiones físicas, psicológicas y emocionales, ayudando a bloquear el estrés geopático
La combinación de estas tres piedras proporciona relajación, purificación y regeneración de energía de todos los que vivan en la estancia o si las llevas contigo para ti
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